miércoles, 23 de diciembre de 2009

Escuela para Padres - Padres Sobreprotectores

Para que los niños tengan un buen desarrollo emocional, necesitan sentirse queridos y cuidados por sus padres; sin embargo, un exceso de protección puede traer más problemas que ventajas.

Los estudios de la historia de la infancia destacan que hasta bien entrado el siglo XVII una de las principales causas de mortandad infantil era el infanticidio. Sin embargo, desde hace unas pocas décadas el niño ha pasado de tener un escaso valor a ser Su Majestad el Bebé, convirtiéndose -de este modo- en el centro de atención del núcleo familiar y generando, a nivel social, todo un mundo de consumo del que resulta difícil de escapar. Por tanto, hablar de padres sobreprotectores sólo tiene sentido en nuestras modernas sociedades industrializadas.

Es lógico que todos los padres quieran lo mejor para sus hijos: los mejores alimentos, los cuidados médicos más avanzados, la ropa más bonita y los juguetes más estimulantes, pero bajo esta premisa algunos de ellos envuelven a sus niños entre algodones sin darse cuenta de hasta qué punto pueden perjudicar con ello el desarrollo de su personalidad.


Este tipo de padres, viven tan pendientes de sus vástagos que ponen un celo desmesurado en sus cuidados y atenciones, ven peligros donde no los hay y les ahorran todo tipo de problemas, pero a su vez les privan de un correcto aprendizaje ya que no les dejan enfrentarse a las dificultades propias de su edad de donde podrían extraer recursos y estrategias que les servirían para su futuro.

Muchos son los indicadores que pueden servirnos de ayuda a la hora de pensar si no les protegemos en exceso, algunos de los más evidentes son:

  • Observar si cuando cometen algún error o tienen algún tropiezo tendemos a disculparles y proyectamos su responsabilidad en compañeros y maestros, o bien si hablamos con ellos de sus conductas y sus resultados.

  • Analizar si tendemos a evitarles situaciones que pensamos pueden resultarles conflictivas o difíciles de resolver o, si por el contrario, procuramos prepararles para ellas.

  • Ver si nos anticipamos a sus demandas procurándoles a menudo lo que aún no han pedido, como juguetes, golosinas, distracciones, etc.

  • Pensar si estamos fomentando en ellos conductas más infantiles de las que corresponden a su edad porque quizá nos resulta difícil aceptar que están creciendo.


Una relación padres-hijos basada en la sobreprotección tiene más efectos negativos que positivos ya que a los niños les costará mucho llegar a alcanzar su madurez.

Además, impedir que un niño aprenda por sí mismo y responda espontáneamente a las situaciones que surjan a lo largo de su proceso evolutivo puede provocar:









  • La disminución en su seguridad personal.

  • Serias dificultades a la hora de tolerar las frustraciones y los desengaños.

  • Un mayor apego hacia sus padres que más adelante puede generalizarse en cualquier tipo de conducta dependiente.

  • Niños insaciables que no saben valorar nada de lo que tienen y que más que desear las cosas las piden de una forma compulsiva y sin sentido.

  • Un retraimiento o inhibición en su conducta que dificultará sus relaciones sociales: no les gusta ir de campamentos, les cuesta jugar o conversar con otros niños de su edad, no pueden afrontar situaciones nuevas.


Por tanto, si no queremos convertir a nuestros hijos en criaturas inseguras, inhibidas y dependientes, hemos de prestar atención a su desarrollo evolutivo para saber qué podemos exigirles que hagan por sí solos.

En cualquier caso, hay que ser conscientes de que van creciendo y deben ir separándose - como nosotros de ellos - para conseguir una identidad propia.

En muchas ocasiones, conviene aplicar el refrán y dejarles tropezar dos veces en la misma piedra. De los errores siempre es posible aprender.





Lourdes Mantilla Fernández
Psicóloga clínica

7 comentarios:

  1. muy bien que el Dios Todopoderoso les este ayudando en todo el esfuerzo de cada uno de vosotros en elaborar estos temas de mayor interes de loa padres

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  2. Es interresante todo el material que nos envian, yo estoy muy agradecida, Q Dios los bendiga siempre

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  3. Segundo Moreno Olvera5 de enero de 2010, 7:52

    Muhas gracias por el tema, pero quiero discrepar con la Psicóloga ya que la mejor maestra es la naturaleza donde las madres se desviven por sus hijos en sus juegos y conocimiento del mundo, por eso no encontramos animales enfermos o que no cumplan el papel de su especie. Es por eso que cuando ya se caen no es como nuestro mundo, sino el de la supervivencia, en cambio el de nosotros es el maltrato, desección, suicidio, etc.. para eso es que de pequeños debemos prepararlos para que no caigan y que cuando esten por caer hayan escuchados nuestros consejos y experiencia, porque de lo contrario seran como ovejas al matadero. Estoy deacuerdo en que todo extremo es malo y que mejor es que conozcan lo bueno y malo por nosostros antes de empezar a salir al mundo.

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  4. son muy acertados los comentarios, en ocasionesa nosotros como padres hechamos a perder a los hijos porque no queremos ver mas alla de la realidad, yo tengo un hijo con acondroplaxia y siento que lo estoy sobreprotegiendo. gracias por estos reportajes.

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  5. Hola ernesto y santiago como estan.
    Dejenme felicitarlos por ese tema tan chevere a veces si hemos sido muy sobreprotectores pero con esa forma de ustedes ayudrnos .seremos diferentes.
    Me encanta leer lo que nos mandan y le doy gracias a Dios por esa sabiduria y con ese amor que comparten lo que saben.

    Zoila

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  6. claudio altamirano2 de febrero de 2010, 3:42

    hola me agrada la forma de como nos dan sus comentarios, yo tengo dos homres se llevan 6 años 15y9 pelean mucho como si se odiaran que hago

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  7. tengo 3 hijas y soy una madre sobreprotectora esp con la mayor.necesito me recomiendes un libro de autoayuda para superar esto.gracias

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